martes, 30 de abril de 2013

Bendito sueño, que todo lo ordena.


Bendito sueño, que todo lo ordena.

No me gusta mucho dramatizar, tiendo a relativizar, creo que todo es mucho más sencillo si le quitamos el tono de gravedad.  Pero los días que en los que duermo poco, el cansancio viene siempre acompañado de cierta negatividad y a hacer parecer todo más grave de lo que es en realidad y si a eso le añadimos una circunstancia que te hace pensar y te aporta sensaciones negativas,  estamos ante ¡la tormenta perfecta!
Una siesta siempre es una buena solución, pero cuando esto no es posible y te ves metida en tu propio bucle de sensaciones negativas que se retroalimentan... buff!! Te rondan por la cabeza, van y vuelven  y crecen, crecen, crecen...  Eres consciente de que se debe a tu estado de cansancio extremo, pero... ¿en su totalidad? ¿o el cansancio tiende simplemente a exagerarlas?
Decides no recrearte, no darles alas e irte a dormir, el agotamiento es más fuerte que tu lucha interna. A la mañana siguiente te levantas increíblemente enérgica y sonriente!  La tormenta ha pasado, ha salido el sol y el cielo está despejado, pero el agua rebosa por encima de las macetas, las miras y sonríes,  ha llovido y el agua ha calado, el asunto está zanjado, no necesitas pensar más, el cielo se ha despejado y las conclusiones han venido solas.
Si ya dicen que antes se muere uno de no dormir que de no comer, ¡bendito sueño, que todo lo ordena!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

A vueltas con el fin del mundo


¿En qué consiste exactamente la predicción de que el mundo acabara el 21 de diciembre? Un choque de planetas, reversión geomagnética, tormentas solares, erupciones volcánicas...? o como dice la New Age, una transformación en la población, un cambio espiritual, que diera paso a una nueva era?
¿Y si tu fin del mundo se adelanta? no lo habían previsto los mayas, ni los tarotistas, ni los videntes...
Pero y si un día te levantas y el mundo en el que vivías ya no existe? todo aquello en lo que creías deja de existir, de golpe. El mismo escenario, pero los personajes tan distintos que sólo se parecen a los anteriores en su físico. Aquel lugar en el que te sentías tan seguro, el único donde eras tú 100% sin reservas, el más privado de tus rincones, aquellas paredes de piedra gruesa y silenciosa, son ahora de cartón piedra, pintura acrílica y trampantojos, te sientes Truman.

No creo que haya que preguntarse Por qué ocurren las cosas, sino Para qué. Mientras el primero nos crea impotencia y frustración, el segundo nos permite ver lo sucedido como una oportunidad, la vida es un constante aprendizaje, hay situaciones muy duras, duras, menos duras... pero de todas se debe extraer una enseñanza que nos ayude a avanzar y crecer.
Creo firmemente en la teoría de la sincronicidad. Para elaborarla, Carl Jung se inspiró en el tratado de Schopenhäuer," La intencionalidad aparente en el destino del individuo", lo que liga un acontecimiento con otro estaría relacionado con el significado del evento para el sujeto y su condición psíquica en el momento en que experimenta ambos acontecimientos simultáneos, la existencia de un significado subjetivo común que inevitablemente interpreta el sujeto que la experimenta. Y que va más allá del principio de la causa-efecto.
Estabas pasando por momentos de cambios, dicen que es cuando más suceden las sincronicidades, situaciones, conversaciones, encuentros... eso que llamamos señales, sin aparente conexión entre ellas, que te iban tejiendo una red invisible, te proporcionaban respuestas que te hacían avanzar. Estabas teniendo muchas, pero fue aquella, sólo una semana antes, la conversación con aquel desconocido... sentiste desde el principio que sería importante en el devenir de los acontecimientos, abrió puertas en tu mente y allí estaban muchas de las respuestas que habías estado buscando. Probablemente no sepa el valor de aquella conversación.
Te hizo reafirmarte, sentirte más fuerte y preparada para lo que pudiera suceder... aunque nunca se está del todo preparado para cosas que tu mente no alcanza a imaginar.
Recibiste el golpe, la entereza inicial era solo consecuencia de la reacción postraumática y poco a poco vas tomando conciencia de la nueva realidad y asimilando lo que ello significa. Nada de lo que era existe ya, parece duro, (lo es), te guste o no, esa es la verdad.
El fin del mundo se ha adelantado para ti, el mundo que conocías ha desaparecido, tenía que suceder ahora, que tienes las fuerzas para empezar. Un fin significa un comienzo.

La realidad exige
que lo digamos bien claro:
la vida sigue su curso.
Wisława Szymborska (La realidad exige)

miércoles, 29 de febrero de 2012

Todo llega a su fin

Me ha llamado esta mañana, está muy triste y lo está pasando realmente mal, se hace el duro, pero es una persona muy sensible, me duele verlo así, es uno de mis mejores amigos y ni siquiera puedo darle un abrazo ya que vive a miles de km de distancia, solo puedo ofrecerle mi consuelo por medio de las palabras y esperar a que el tiempo que todo lo cura, corra más a su favor.
Todo parecía perfecto, tan feliz, tan intenso, tan compenetrados desde el principio. Y aunque no llevaban mucho tiempo juntos, él ya la veía como la futura madre de sus hijos, la mujer de su vida. Viajes, veladas, conciertos... parecía estar resarciéndose de lo mal que lo había pasado en otras relaciones. Pero después de un fin de semana normal en casa de los padres de ella, de vuelta a casa, después de comer, ella le dijo que eran demasiado diferentes y que aquello era el final. El mundo se abrió bajo sus pies...
Una vez alguien me dijo que el amor siempre se acaba, durará 3 meses, 3 años, 30... o para los más afortunados, hasta que la muerte los separe, (¿es solo cuestión de fortuna?) el amor se acaba, pero permanecen las experiencias, los momentos vividos y especialmente lo que ellos nos han hecho sentir, que es al fin y al cabo lo que le da un sentido u otro a aquello que recordamos y que a su vez con el tiempo va diluyéndose y haciéndose mas borroso.

El final es tan parte del proceso como el comienzo, todo lo que empieza acaba, nada es permanente, el sol se pone, los días pasan, las flores se marchitan y las hojas caen de los arboles. Por la misma razón por la que nacemos y morimos, el amor también se acaba, en unos casos por el desamor, otros por la infidelidad... y otros por la muerte de la pareja, pero parece que en todos los casos, tiene un final.
Quizá si asumiéramos desde el principio que todo aquello que estamos viviendo, es solo temporal y que algún día tarde o temprano llegará a su fin. Madurará, evolucionará, o simplemente desaparecerá, pero nunca sera igual; valoraríamos los momentos mucho más, apreciaríamos todo lo que nos sucede y lo veríamos como parte de la travesía que estamos recorriendo, nos recuperaríamos antes del dolor que produce el final o nos adaptaríamos mejor a los cambios, cosa que quizá haría que nuestra relación fuera mas duradera y el amor más maduro.
O quizá no! Tenia una amiga cuyo novio cada vez que ella le hablaba de un futuro no muy inmediato él le decía "Total, si esto no va a durar!" No me refería a esta clase de apreciaciones claro.
Pero quizá la clave esta en la forma de ver el final, duro si no queríamos que sucediera, un alivio si ya no podíamos más, casi siempre doloroso, pero como todo, con dos caras, el fin de algo significa el principio de otra cosa, una nueva oportunidad que se abre ante nosotros y eso siempre es positivo.
Volver a escribir en un folio en blanco. Más sabios por las experiencias vividas y más maduros, ya que del dolor también se aprende, siempre que hagamos un trabajo de reestructuración emocional, soltemos lastre de la mochila y dejemos hueco para volver a meter cosas nuevas.
Si no le vemos la vertiente positiva al final, no pasamos pagina y nos aferramos al pasado, corremos el riesgo de vivir encerrados en un mundo de recuerdos y que cada vez se estreche más y más la salida, la sombra de aquello puede ser tan alargada que nos impida ver el sol que esta saliendo cada mañana y volver a comenzar se vea como una meta inalcanzable ya que la mochila pesa tanto que nos impide hasta caminar.

Se que se recuperará, pero me preocupa que vuelva a construirse un grueso muro protector a su alrededor, para no sufrir otra vez, ya que culpa de su dolor a haber bajado la guardia, pero tengo la esperanza de que con el tiempo vea que el desamor no es sino parte del amor mismo y que esto es solo otra oportunidad que le da la vida.


"Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo"

Julio Cortazar



sábado, 11 de febrero de 2012

"Cálculo elegíaco" de Wisława Szymborska


Cuántos de los que he conocido
(si de verdad los he conocido)
hombres, mujeres
(si esta división sigue vigente)
han atravesado este umbral
(si esto es un umbral)
han cruzado este puente
(si se puede llamar puente)

Cuántos después de una vida más corta o más larga
(si para ellos en eso sigue habiendo alguna diferencia)
buena porque ha acabado
mala porque ha acabado
(si no prefirieran decirlo al revés)
se han encontrado en la otra orilla
(si se han encontrado)
y si la otra orilla existe.

No me es dado saber
cuál fué su destino
(ni siquiera si se trata de un solo destino,
y si hay todavía destino).

Todo
(si con esta palabra no lo delimito)
ha terminado para ellos
(si no lo tienen por delante).

Cuántos han saltado del tiempo en marcha
y se pierden a lo lejos con una nostalgia cada vez
mayor
(si merece la pena creer en perspectivas).

Cuántos
(si la pregunta tiene algún sentido,
si se puede llegar a la suma final
antes de que el que cuenta se cuente a sí mismo)
han caido en el más profundo de los sueños
(si no hay otro más profundo).

Hasta la vista.
Hasta mañana.
Hasta la próxima.
Ya no quieren
(si es que no quieren) repetirlo.
Condenados a un interminable
(si no es otro) silencio.
Ocupados sólo con aquello
(si es sólo con aquello)
a lo que los obliga la ausencia.


Wisława Szymborska
2 de julio de 1923
1 de febrero de 2012

viernes, 23 de diciembre de 2011

"Un poema para final del siglo" de Czesław Miłosz


Cuando todo estaba bien
Y el concepto de pecado había desaparecido
Y la tierra estaba lista
En paz universal
Para consumir y disfrutar
Sin dogmas y utopías,

Yo, por razones desconocidas,
Rodeado por los libros
De profetas y teólogos,
De filósofos, poetas,
Buscaba una respuesta,
Frunciendo el ceño, gesticulando,
Caminando de noche, refunfuñando al amanecer.

Lo que me oprimía en demasía
Era un poco vergonzoso.
Hablando de ello en voz alta
No mostraría ni tacto ni prudencia.
Podría incluso parecer un agravio
En contra del bienestar de la humanidad.

¡Ay de mí!, mi memoria
No quiere dejarme
Y en ella, la vida comienza
Cada una con su propio dolor,
Cada una con su propio morir,
Con su propia turbación.

¿Por qué entonces la inocencia
En playas paradisíacas,
Un cielo impoluto
Sobre la iglesia de la higiene?
¿Será porque eso
fue hace mucho?

A un hombre santo
-Así dice un cuento árabe-
Dios le dijo con maldad:
"He revelado a tu pueblo
Cuán gran pecador eres,
Ellos no te podrán alabar."
"Y yo", contestó el devoto,
"Les he descubierto a ellos
Cuán misericordioso eres,
Ellos no se preocuparán por ti."

¿A quién recurriría
Con asunto tan oscuro
De dolor y también de culpa
En la estructura del mundo,
Si ninguno aquí abajo
O allá arriba en las alturas
Puede abolir
La causa y el efecto?

No piensen, no recuerden
La muerte en la cruz,
Aunque cada día Él muera,
El único, el siempre-amado,
Aquél que sin necesidad alguna
Consintió y permitió
Existir a todo lo que es,
Incluyendo las garras de tortura.

Completamente enigmático
Enredo imposible.
Mejor dejar de hablar aquí.
Este lenguaje no es para personas.
Bendita sea la jubilación.
Vendimias y cosechas.
Aun si nadie
Tiene la serenidad garantizada.

sábado, 29 de octubre de 2011

Expectativas y decepciones

Siempre me ha gustado entender el porque de las cosas que pasan a mi alrededor, especialmente entender las razones que llevaban a alguien a comportarse de alguna u otra manera, el sentido de aquello… buscarle una ubicación en mi estructura mental que me ayudara a entenderlo desde mi forma de pensar y me he dado cuenta de que es una perdida de tiempo y energía enorme y totalmente absurda que no lleva a ningún sitio!

El otro día hablaba con un amigo que estaba muy decepcionado con otra persona,(que no era ni su amiga) porque no había hecho una cosa que él hubiera hecho en su situación, su decepción se generalizaba a bastantes más personas y se veía sustentada en comportamientos de estos que lo “justificaban” según su punto de vista. “Ves?” me decía, “lo sabia!”

El problema de mi amigo es que da mucho y espera que las personas hagan lo que el haría y cuando esto no sucede, se enfada y los tacha de su lista, ya que considera su patrón de comportamiento el único valido.

La decepción es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o una persona, unas expectativas que nosotros mismos nos hemos creado!

Yo le dije a mi amigo que no hay que esperar nada de nadie, ni juzgarlos arreglo a nuestra forma de actuar, ya que lo único que la hace “más” valida bajo nuestro punto de vista es que es el nuestra. Simplemente aceptar lo que nos ofrezcan y nos den, pedir sin exigir, si nos gusta lo cogemos y si no, lo dejamos. Cada uno tiene una forma de hacer las cosas y sus razones, ni mejores ni peores que las nuestras “suyas”, fruto de su forma de ver las cosas.

Debemos hacer las cosas como las sentimos, si creemos que debemos dar mucho en algún momento, hacerlo si ello nos hace felices, porque el simple hecho de dar nos llena, pero sin esperar que ello deba ser una causa-efecto de recibir al mismo nivel.

El motivo de la acción debe nacernos de dentro, no de lo que esperemos recibir; sino en la mayoría de los casos el resultado no será el esperado y nos sentiremos decepcionados.

Si algo no sucede como esperabas y alguien te ofrece una disculpa, una explicación… escúchalo, acéptala, y entiéndelo si te lo pide, pero si no lo hace, simplemente continua, no busques respuestas ni justificaciones si no te las dan, no las esperes, sigue con tu vida… has llamado al teléfono y nadie contesta, no insistas, tu llamada perdida aparecerá en su pantalla, si no te devuelve la llamada, sus razones tendrá… y estas te deben dar igual.

A veces conocemos a personas que actúan de una forma aparentemente lineal en lo que parece ser una dirección concreta, incluso nos sorprenden con cosas que no esperábamos, muy positivas y muy por encima de la media, cosas que nos gustan y que valoramos y asi se lo hacemos ver y poco tiempo después, sin que aparentemente nada haya cambiado, esas mismas personas hacen otras cosas muy por debajo de esa media y esto nos descoloca, nos sorprenden los cambios y no acabamos de entenderlo… quiza habiamos empezado a crearnos unas expectativas en relacion a unos hechos concretos?

¿Que alguien haga algo sorprendente significa que podemos exigirle, valorarle o justificarle porque un día hizo algo que otros muchos no hubieran hecho? No, lo hizo porque quiso, sus razones tendría en ese momento y sus razones tendrá ahora. ¿Puede un solo hecho justificar unas altas expectativas? Esto seria crónica de una decepción anunciada. Una persona es mucho más que uno, dos o tres hechos... Normalmente el error esta en crearse una imagen completa de algo que solo conocemos parcialmente.

Las decepciones suelen ir conectadas con la idea que nos hemos hecho de una persona, de la que conocemos solo una parte y completamos nosotros el resto, que acabamos percibiendo como real y nos sorprendemos (negativamente) cuando esta reacciona de forma diferente a lo imaginado.

Debemos tomar las cosas como se nos muestran sin ir más allá, no imaginar, ni suponer, ni justificar, valorar cada hecho de forma puntual, disfrutarlo y dejar que la vida nos sorprenda!

No esperes nada de nadie…

“El que espera desespera,

dice la voz popular.

¡Qué verdad tan verdadera!”

Antonio Machado

sábado, 1 de octubre de 2011

Fragmento de la sangre y el ámbar

"Los cristales son piedra, pero el ámbar una vez estuvo vivo, fue una gota de resina resbalando por la corteza de un árbol. La brizna de hierba, la burbuja de aire, el insecto atonito atrapado en la prisión del ambar son tambien recuerdos, ofrecidos a la vista con la misma distorsión con que el pasado se ofrece a la memoria: mujeres que amamos, amigos que dejaron de serlo, lugares donde fuimos felices o infelices. Nosotros también estamos dentro del ambar y casi no nos reconocemos, disecados en las posturas de entonces, empequeñecidos por la distancia, agigantados en las lágrimas amarillentas de la memoria."

La sangre y el ámbar
David Torres